If you have followed our journey, you are part of Cuca’s family already, but for those of you who just found out about us and are lazy to read all previous posts, I summarize them: after years in Singapore working way too much in separate jobs, Kevin (a Canadian) and I (a Spaniard) decided it was time to work even harder but together towards a common goal. We had the vision of building a restaurant where amazing food were affordable and served in a casual environment. The concept was simple: tapas, cocktails and desserts made with local ingredients and cooked in a western style.
We chose Bali because we believed an international clientele was our best bet and we jumped at the opportunity to star this adventure. We spent the first few weeks in the island settling in: finding a home, transport, learning the roads. We then started writing down all our ideas and trying to come out with a priority list, what to do first. And finally we hit the road and started looking for the people who could help us, one by one. Although we faced many more challenges than we could have thought of, every day we went to bed having ticked off one more task. There were many days when I felt disheartened and just wanted to give up and Kevin then promised me that everything would be ok. There were other days when Kevin felt frustrated and didn’t know how to move forward and it was then my turn to come up with a plan. Thankfully, we had each other. Cuca would not be here otherwise, although it has not been easy. If you want to test your marriage, go ahead and open a restaurant :)
On July 23rd 2013 Cuca opened its doors. Adrenaline and coffee saved most of our days back then. The challenge was no longer the building but its people: 60 employees from all over Indonesia, each with a different background and a unique set of beliefs and expectations. They only had in common the same enchanting smile that convinced us to hire them and although we have been greatly disappointed by some of those smiles, new ones have come to our rescue and every day make us better.
With $0 advertising investment since we opened, we have been relying exclusively on our product and your word for it. The first few weeks were scary and an empty Cuca is still a recurring nightmare in our short slept nights, but word of mouth is all the magic we needed. Even though and despite being quite busy most of the time, we still stand on our entrance welcoming new and returning guests as if each of you were our first. How could we take for granted the blessing of having all of you?
Well, Cuca is now turning 1 and this first year is being a roller coaster of events and emotions. Any regular day is loaded with tons of crisis, laughs, tears, surprises, encounters and goodbyes. We know this is only the beginning and that consistency is a critical test in the long term. We know we cannot lower our guard because a restaurant is as good as its last meal, but we also now know that Cuca´s miracle is possible and this is much more than we knew 2 years ago!
We dedicate Cuca’s anniversary, our little miracle, to each of you:
- to those of you who believed in us more than we believed in ourselves and to those who didn’t and pushed us to prove you wrong;
- to those who gave us ideas and helped us in thousand different ways and to those who refused to give us a hand and thus made us find an even better way;
- to those who broke our heart because we are not what you were looking for and to those who mercifully mended it by totally getting what we are;
- to those who can see we have put our life into this restaurant and encourage and congratulate us and to those who only see the faults and eagerly point at what we should do better;
We try to learn as much as we can from all of you while remaining true to ourselves.
Thank you for this year and let’s toast to many more to come!
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En agosto de 2012 empecé este blog con una entrada titulada DREAM (Sueño) y con la ilusión de compartir con cualquiera que me encontrara en la web los altibajos de nuestra pequeña aventura: montar Cuca, nuestro restaurante. Entonces no teníamos ni idea de si nos las íbamos a arreglar finalmente a abrir el restaurante (¡hay muchísimos negocios que no llegan ni a abrir!) o de si íbamos conseguir atraer a algún cliente. O ni siquiera si le iba a gustar a nadie lo que ofreciéramos…
En agosto de 2012 empecé este blog con una entrada titulada DREAM (Sueño) y con la ilusión de compartir con cualquiera que me encontrara en la web los altibajos de nuestra pequeña aventura: montar Cuca, nuestro restaurante. Entonces no teníamos ni idea de si nos las íbamos a arreglar finalmente a abrir el restaurante (¡hay muchísimos negocios que no llegan ni a abrir!) o de si íbamos conseguir atraer a algún cliente. O ni siquiera si le iba a gustar a nadie lo que ofreciéramos…
Si has
seguido nuestra aventura desde el principio ya eres como de la familia, pero
si acabas de encontrarnos y te da pereza leerte todas las entradas anteriores,
te las resumo aquí: tras varios años en Singapur trabajando muchísimo en
lugares diferentes, Kevin (canadiense) y yo (española) decidimos que era hora
de trabajar todavía más pero juntos y hacia una meta común. Nuestro sueño era montar un restaurante en el que la comida fuera muy especial pero al mismo tiempo asequible y el servicio fuera informal pero excelente. El
concepto que teníamos en mente era simple: tapas, cócteles y postres hechos todos con ingredientes
exclusivamente locales y cocinados al estilo occidental.
Elegimos
Bali porque pensábamos que una clientela internacional podría ser nuestro mejor
aliado y nos lanzamos a la aventura. Pasamos las primeras semanas en la isla organizando
nuestra nueva vida: encontramos casa, transporte, nos aprendimos las carreteras. Después nos
pusimos a escribir todas nuestras ideas y a ordenarlas por orden de prioridad y
cuando ya teníamos un plan de ataque, nos echamos a la carretera y empezamos a
buscar a gente que pudiera ayudarnos. Aunque tuvimos que hacer frente a más
retos de los que nunca nos habríamos imaginado, cada día nos íbamos a la cama
con la satisfacción de haber tachado de la lista unas cuantas tareas. Pasamos muchos días en los
que yo me venía abajo y quería dejarlo todo y Kevin entonces me prometía que
todo iba a salir bien. Hubo otros momentos en los que Kevin se sentía frustrado y no
sabía cómo salir adelante y entonces me tocaba a mí improvisar una salida. Afortunadamente,
contamos el uno con el otro. Cuca no existiría si no hubiera sido así, aunque
el reto no ha sido fácil. Si quieres poner a prueba tu matrimonio, anímate a
abrir un restaurante J
El 23
de Julio de 2013 abrimos Cuca. Sobrevivimos muchos de aquellos primeros días
gracias a la adrenalina del momento y a muchísimo café. El reto por entonces ya
no era el edificio y la construcción sino nuestra gente: 60 empleados procedentes de
toda Indonesia, cada uno con una historia de vida diferente y con un conjunto
de creencias y expectativas únicas. Solo tenían en común la misma sonrisa
cautivadora que nos hizo contratarlos y aunque algunas de esas sonrisas nos han
decepcionado enormemente, han llegado nuevas a nuestro rescate que cada día
hacen Cuca mejor y más sólida.
Con
absolutamente ninguna inversión en publicidad desde que abrimos, siempre hemos
dependido exclusivamente de nuestro producto y de vuestra opinión al respecto.
Las primeras semanas estábamos aterrados y un restaurante vacío es una
pesadilla todavía recurrente en nuestras cortas horas de sueño, pero el boca a
boca es la única magia que necesitábamos. Aun así y pese a tener ya bastantes
clientes a diario, seguimos esperamos impacientes en la puerta de Cuca para dar
la bienvenida a cada cliente como si fuera el primero. Y es que nunca daremos
por sentado la fortuna de teneros.
Ahora
Cuca cumple un año y estos primeros doce meses han sido una montaña rusa de
acontecimientos y emociones. Todos nuestros días están cargados de crisis,
risas, lágrimas, sorpresas, encuentros y despedidas. Sabemos que este es solo
el principio y que la consistencia es la clave a largo plazo. Sabemos que no podemos bajar la guardia porque
un restaurante es solo tan bueno como la última comida que sirve, pero también
sabemos que el milagro de Cuca es posible ¡y esto es mucho más de lo que
sabíamos hace dos años!
Os
dedicamos el aniversario de Cuca, nuestro pequeño milagro, a cada uno de
vosotros:
- a aquellos que creísteis en nosotros más que nosotros mismos y a
aquellos que no lo hicisteis y con ello nos pinchasteis a probarle al mundo que
os equivocabais;
- a aquellos que nos disteis sugerencias y nos ayudasteis de mil formas
diferentes y a aquellos que no quisisteis echarnos una mano y sin vuestra ayuda
conseguimos encontrar un camino aún mejor;
- a aquellos que rompisteis nuestro corazón porque no somos lo que os
esperabais y a aquellos que afortunadamente lo remendasteis porque apreciáis
exactamente lo que somos;
- a aquellos que percibís que hemos puesto nuestra vida en este
restaurante y nos animáis y felicitáis y aquellos que veis ante todo nuestros
fallos y señaláis con impaciencia todo lo que tenemos que hacer mejor;
-
Os prometemos que intentamos aprender todo lo posible de cada
uno de vosotros y al mismo tiempo ser fieles a quienes somos.
¡Gracias por este año y brindemos por muchos
más!