Today we happened to attend the "birthday party" of a temple in Sayan village, Ubud. Above all it felt like a people celebration where the priests took as long as needed to bless every single believer and where everyone played a role and had a space.
At certain moments silence reigned while everyone prayed but at other times children run, men smoked and animatedly chatted with each other and women danced in circles.
A lovely experience where we felt at all times welcomed despite being the only foreigners!
Hoy
hemos tenido la oportunidad de asistir a la “fiesta de cumpleaños” de un templo
en el pueblo de Sayan, Ubud. Ante todo parecía una celebración por y para la
gente en la que los sacerdotes se tomaban todo el tiempo necesario para bendecir
a los creyentes uno a uno y en la que todo el mundo jugaba un papel y contaba
con un espacio único.
En
ciertos momentos reinaba el silencio mientras todo el mundo rezaba pero en otros
los niños corrían, los hombres fumaban y charlaban animadamente unos con otros
y las mujeres bailaban en círculos.
Una gran experiencia en la que nos sentimos en todo momento bienvenidos a pesar de ser los únicos extranjeros.