Friday 22 February 2013

Lacking Noah's ark...

Back in December we were so immersed in all the planning for Cuca that we hardly realized that the weather in Bali was gradually changing. Summer had been amazing; the cold wind from Australia’s winter brought perfect temperatures and the driest months of the year. The raining season started gently in November but by mid-December was unstoppable. One of those first rainy mornings we happened to pass by the restaurant site and were shocked by the horror scene: our beloved garden lounge to-be was flooded and this was only the beginning of the monsoon season!!!

Frantic calls and emails followed: we had to address this problem before starting construction!!!! During the next few days we found out that the situation was even more critical. Bali infrastructure leaves much to be desired and there isn’t a proper system to get rid of any excess water even if we managed to collect it within our land. We had to come up with a clever solution and our contractor was the only person we knew who understands about pipes, water and geology. This is his master plan, right now being implemented:

The idea is to let the rain water infiltrate easily into the soil to reach the “water table” (natural water level in the soil) instead of just running-off on the surface that is what creates puddling and floods on the garden.

To facilitate this, infiltration wells are dug by removing the soil within. A “geotextile layer” is then applied to filter the water and prevent the sand from going through into the well together with the rain water, what would cause landslides.

The well is then filled with rock piles kept in place with a steel string cage. The rocks let the water go through to reach the “water table” and are covered with stones and soil to grow back the grass.


This system is supposed to be highly effective but have limitations in case of extreme rainfall as it would not work when the water tables are full and the water has no place to go…

Anyway and as you can guess, our contractor is now our hero. He has rescued Cuca from the floods and we will be forever grateful.

Wells being dug in our garden

Infiltration well

Rocks to fill the wells
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Hace algún tiempo, en diciembre, estábamos tan inmersos en toda la planificación de Cuca que ni siquiera nos dimos cuenta de que el tiempo en Bali iba cambiando gradualmente. El verano había sido increíble: vientos fríos procedentes del invierno australiano nos trajeron temperaturas perfectas y los meses más secos del año. La estación de lluvias comenzó suavemente en noviembre pero a mediados de diciembre era imparable. Una de esas primeras mañanas lluviosas pasamos por la parcela del restaurante y nos quedamos de piedra contemplando una escena de horror: ¡nuestro queridísima futura terraza estaba ya inundada y eso que el monzón acababa de empezar!

Reaccionamos con llamadas y correos electrónicos frenéticos: ¡había que solucionar este problema antes de empezar las obras! Durante los siguientes días nos enteramos de que la situación era aún más crítica. La infraestructura de Bali deja mucho que desear e incluso si nos las arreglábamos para recolectar el agua, no hay ningún sistema para canalizarlo fuera de nuestra parcela. Teníamos que idear una solución y nuestro contratista era la única persona que conocíamos con conocimientos de tuberías, agua y geología. Este es su plan maestro, que en estos momentos estamos poniendo en práctica: 

La idea es dejar que el agua de la lluvia se infiltre fácilmente en la tierra hasta llegar al “nivel freático” (el nivel natural del agua subterránea) en lugar de que se deslice por la superficie, que es lo que crea los charcos e inundaciones en el jardín. 

Para que esto sea posible, se cavan pozos de infiltración haciendo agujeros en la tierra y extrayéndola. Se aplica entonces una “capa geotextil” para filtrar el agua y evitar que la arena se filtre también en el pozo junto al agua de lluvia, lo que causaría deslizamientos de tierra.

Después se rellena el pozo con montones de rocas sostenidas con una red de metal que dejan que el agua pase y llegue al “nivel freático”. Finalmente se cubren con piedras y tierra para que crezca de nuevo el césped. 

Este sistema debería ser muy efectivo pero tiene sus limitaciones en casos de precipitaciones muy altas ya que el nivel freático del agua se llenaría y el agua no tendría escapatoria...

De todas formas y como podréis imaginaros, nuestro contratista se ha convertido en nuestro héroe. Ha rescatado Cuca de las inundaciones y por ello le estaremos eternamente agradecidos.