Wednesday, 20 February 2013

A meeting of the minds

Kevin is desperate for jumping into a professional kitchen and all of us around him can feel (and suffer) his urge to get going, so we all decided to prioritize the kitchen. The idea is that although construction will be still in progress at the dining room area, Kevin will be able to start cooking.

The meeting you see in this photos is between the contractors and the kitchen designers and suppliers. We had to review every detail of the drawings made by the designers to make sure the contractors understood it and found it feasible. We also had to identify potential conflicts between the structure of the building and Kevin’s dream kitchen.


It was really interesting for us to see how engineers analyze drawings and what issues are critical when approving final designs: gas pipes, gutters, air ducts, electricity outlets... Our kitchen is especially tricky because apart from being open and thus very visible, we came out with the idea of playing with different elevations and that turned out to be very difficult to implement. You need to understand and coordinate multiple heights: the kitchen equipment, the cooks, the bar counter, the stools, the customers… A headache that we hope will be worth it when you see the end result.  


Despite the several complex issues derived from design, the team managed to find the way around them and make sure our original ideas were respected when planning for their implementation. What a relief!

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Kevin está desesperado por meterse en una cocina profesional y los que le rodeamos sentimos a diario (y sufrimos) sus ansias, así que decidimos poner la cocina como una prioridad. La idea es que mientras el comedor siga en plena construcción, Kevin ya podrá empezar a cocinar. 

La reunión que veis en estas fotos es entre los contratistas encargados de la construcción y los diseñadores y proveedores de la cocina. El objetivo era revisar cada detalle de los dibujos de los diseñadores para asegurarnos de que los contratistas lo entendían todo y lo consideraban factible. También teníamos que identificar posibles conflictos entre la estructura del edificio y la cocina de los sueños de Kevin. 

Fue muy interesante ver cómo los ingenieros analizan los planos y qué elementos son críticos a la hora de aprobar diseños finales: las tuberías del gas, las canaletas, los conductos de aire, las tomas de electricidad… Nuestra cocina es especialmente complicada porque además de estar abierta y por lo tanto ser muy visible, se nos ocurrió la idea de jugar con diferentes elevaciones y esta decisión ha resultado ser muy difícil de poner en práctica. Hay que entender y coordinar múltiples alturas: la de los aparatos de la cocina, la de los cocineros, la de la barra del bar, la de los taburetes, la de los clientes… Un dolor de cabeza que esperemos merezca la pena cuando veáis el resultado final. 

A pesar de las varias dificultades derivadas del diseño, el equipo se las arregló para encontrar la forma de implementar nuestras ideas. ¡Qué alivio!