Monday 25 March 2013

The curse of colors

I talked about colors some time ago when we were designing our logo and recently we went back to that topic to choose the best options for some restaurant items and our uniforms. We assumed this time around the task would be easier as now Cuca has a more defined identity. We are very familiar with the style and different tones associated with our brand so we thought that selecting the color for the uniforms, the napkins, the curtains, etc. would be a breeze. Once again, we were so naïve…

We had designed all the items so the next step was choosing fabrics. We made that decision taking into account the climate of Bali (the fabric for the waiters´ uniform had to be light and breathable), the wear and tear (the material had to be durable as the items would be washed daily) and the function of the cloth (kitchen uniforms had to be thicker to be protective, napkins had to be absorbable, etc.).

Although we had as reference our corporate colors, every material is available only on a limited range of hues and some of the fabrics offered a very small choice. To find our dark green was not too difficult but when we got into the enigmatic world of beiges… There were beiges a bit yellow or very pinky, more brownish or rather grey; light beiges or dark beiges or middle beiges; intense beiges or subdued ones…


Our interior designers wanted to help but they are based in Jakarta and although Internet seems to be the solution to all obstacles, a sample in our laptop screen had nothing to do with the same sample opened in their computer. So we went back to the good old forgotten mailing system and had colors crossing the sea one way and another. An exercise of composure and patience that took us slowly, slowly closer to our dream rainbow.  We are almost there now but every night we go to bed wondering if that lighter shade of beige would have been better…. The curse of choice.

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Hablé sobre colores hace algún tiempo cuando estábamos diseñando nuestro logo y hemos vuelto a ocuparnos de este tema al elegir tonalidades para objetos del restaurante y los uniformes. Dábamos por sentado que esta vez la tarea sería mucho más sencilla ya que ahora Cuca tiene una identidad definida. Estamos muy familiarizados con el estilo y los tonos asociados con nuestra marca así que pensamos que seleccionar los colores de los uniformes, las servilletas, las cortinas, etc. sería coser y cantar. Una vez más, qué ingenuos éramos…

Ya habíamos finalizado los diseños así que el siguiente paso era elegir las telas. Tomamos todas las decisiones teniendo en cuenta el clima de Bali (la tela de los uniformes de los camareros tenía que ser ligera y transpirable), el desgaste por el uso (el material tenía que ser duradero ya que lo lavaríamos a diario) y la función de la pieza (los uniformes para la cocina tenían que ser más gruesos y protectores, las servilletas absorbentes, etc.).

Aunque ya teníamos como referencia nuestros colores corporativos, cada material está disponible solo en una gama limitada de tonos y algunas de las telas ofrecen muy pocas opciones. Encontrar nuestro verde oscuro no fue demasiado complicado pero cuando nos tocó adentrarnos en el enigmático mundo de los beiges… Hay beiges un poco amarillentos o muy rosas, más marrones o más bien grises; beiges claros u oscuros o intermedios; beiges intensos o apagados…

Nuestros diseñadores interiores querían rescatarnos pero ellos viven en Yakarta y aunque Internet parece la solución a todo obstáculo, una muestra en la pantalla de nuestro portátil no tiene nada que ver con la misma muestra abierta en su ordenador. Así que regresamos a aquellos viejos tiempos de correo tradicional y nuestros colores cruzaron el mar en ambas direcciones. Un ejercicio de autocontrol y paciencia que nos acercó, muy lentamente, a nuestro arco iris ideal. Ya casi lo hemos conseguido pero cada noche nos acostamos preguntándonos si aquel tono de beige habría sido mejor… La maldición del poder de elección.